En una entrevista concedida a Público hace unos días, Josep Ramoneda afirmaba: «estamos ante un proceso de mercantilización del mundo entero y el lenguaje mercantil lo domina todo (la política, la estética, la moral)». Y además, decía que nos han hecho creer que fuera de las leyes básicas de la economía no hay salvación.
He recuperado estas reflexiones (y cuando digo «he recuperado», no hay un sentido metafórico, pues después de leídas, descansaban ya en la papelera de mi despacho) porque hoy he salido a montar en bicicleta y me he cruzado con la comitiva del COI en su visita de evaluación de la candidatura olímpica madrileña, y tal encuentro me ha hecho pensar en uno los argumentos que los promotores de Madrid repiten con más frecuencia para legitimar socialmente la candidatura: los efectos positivos que tendrá sobre la economía madrileña y española.
El deporte explicado en el lenguaje de la ortodoxia económica dominante: repercusión en el PIB, creación de puestos de trabajo (83.000 se dice), recuperación de la actividad productiva, crecimiento…
¿Qué pensaría el Barón de Coubertin de este nuevo enfoque del llamado espíritu olímpico?
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Magnífico tema de debate. Los JJOO son un apasionante fenómeno que puede ser analizado a través de diferentes enfoques. Nosotros hicimos una síntesis en un artículo de nuestro blog, espero que te parezca interesante. Un saludo.
http://www.invescanconsultores.es/2012/08/reflexiones-sobre-los-juegos-olimpicos/
Saco un rato y leo vuestro post. A mí lo que me parece evidente es que poco a poco los JJOO se han convertido en otro producto más de una sociedad orientada al mercado.